El pensamiento positivo implica escoger la mejor de las posibilidades que se nos plantean.

Ser conscientes de nuestra situación y de que tenemos habilidades para conseguir lo que deseamos, aunque sin llegar a la idealización; una buena actitud es una forma de avanzar y dejar de lamentarnos constantemente.

Elige una actitud positiva o una negativa la primera nos ayudara a crecer a buscar soluciones, a actuar. La segunda nos llevará a pararnos, a no hacer nada y lamentar el más mínimo revés que nos dela vida
Más de una vez he leído u oído ¡eso del pensamiento positivo, es una patraña! Para poder explicar lo que pienso os contaré un pequeño chiste que nos resultará útil para comprender este asunto.

Se encuentran dos amigos que hace mucho que no se ven y uno le dice al otro:

-¿Cómo estás?
-Fatal, contesta el amigo, últimamente me meo encima constantemente.
– Pero ¿cómo no has ido al urólogo para solucionar ese problema?
-Más de mil veces y todos a los que voy dicen que no es una cosa fisiológica, por lo que ellos no pueden hacer nada.
Con la mejor voluntad del mundo le aconseja que acuda a un psicólogo.
Pasa el tiempo y nuestros amigos se vuelven a encontrar:
– ¿Cómo estás?
– Fenomenal.
– Cómo me alegro, eso es que ya has solucionado tu problema.
– No, sigo igual, pero ahora tengo pensamiento positivo y no me importa, soy feliz.

Si tengo que elegir entre una persona que se siente infeliz y otra que es feliz, a pesar de que sigue teniendo el mismo problema, me quedo con la segunda.

Comentarios